martes, 4 de marzo de 2014

Camino de Santiago Francés (Roncesvalles - Santiago)


Un viernes cansado de fiestas de Bilbao y con una semana de vacaciones por delante sin ningún plan interesante, decido que es el mejor momento para lanzarme en esta aventura que tantas veces ha pasado por mi cabeza pero nunca me había atrevido a realizar.

Calculo que con los días que me quedan puedo hacer 5 o 6 etapas y llegar a hasta León o Ponferrada dejando para otro momento el resto del camino. Por lo que empiezo a documentarme en la web de Bicigrino y en la fantástica guía del camino de Santiago de Eroski Consumer recopilando información de los albergues hasta León. Me descargo los tracks de wikiloc con esas etapas y otro con la ruta entera por si acaso para llevarme en el gps.

Ahora me queda pedir unas alforjas y buscar como llegar al inicio. Lo primero lo consigo del amigo Aitor, que ya me las dejó en Semana Santa para la ruta entre Donosti-Lekumberri-Estella-Vitoria con el grupo de Mendiak y que seguían en casa de mi hermano desde entonces sin devolver. Precisamente, lo que viene a ser la ley de Murphy, el día anterior se las había pedido para montarlas en su bici pero después de hablarlo con él accede sin problemas, Aitortxu que grande eres!!. Y lo segundo, después de mirar autobuses y trenes decido que lo mejor es que me acerque alguien con mi coche y me lo traiga de vuelta a casa, por lo que me pongo en contacto con el amigo Juanan, que ya había hecho anteriormente el camino del norte y sabia de que iba esto y accede encantado a acercarme, pero tendría que ser el domingo, así que tengo todo lo importante atado y me pongo a llenar las alforjas. En un rato he metido y sacado mil veces todo lo que tenia intención de llevar de las alforjas, hasta que al final consigo decidirme y cierro las alforjas. Todo preparadom ahora a esperar a mañana. ¡Que nervios!

A las 8 de la mañana quedo en Usansolo con el amigo Juanan para dirigimos hacia Roncesvalles, el tiempo amenazaba lluvia y así fue, entre Vitoria y Pamplona no dejó del llover. Menuda suerte la mía empezamos bien pero por suerte al ir acercándonos a Roncesvalles paró y empezaron a abrirse unos claros.

Colegiata de Roncesvalles
Llegamos a Roncesvalles, aparcamos en el parking y buscamos la Oficina de Información del Peregrino, donde recojo mi credencial de peregrino, la cual me dará acceso a los albergues y acreditará mi viaje mediante los sellos que me irán echando en los albergues, iglesias, bares, restaurantes, etc que iré pasando a lo largo del camino.


La Posada



Damos una vuelta por allí viendo la iglesia, la cripta y el albergue. La verdad que no hay mucho que ver por allí así que despues de sacarnoos unas fotillos y tomarnos un café en La Posada nos despedimos y comienza mi camino.



DIA 1. RONCESVALLES - PUENTE LA REINA (72 Km)
1er bosque, esto promete

Empiezo el camino sobre las 11.30 y a esa hora pocos peregrinos quedan por allí, la gran mayoría han empezado unas horas antes por lo que los primeros kilómetros ruedo en solitario por unos caminos muy bonitos entre bosques llegando a Burguette donde me despisto al igual que una bella Austriaca con la que entablo conversación en perfecto ingles y a la que entiendo que llevaba un mes andando desde allí cruzando Suiza y Francia. Viendo lo impecable que iba y sabiendo después, que un mes viene a ser lo que se tarda andando desde Roncesvalles a Santiago lo más probable es que me dijese que se iba a estar un mes andando... así que creo que debo practicar más el ingles.

Burguete


Sigo rodando y empiezo a encontrar ya peregrinos andando junto con las primeras subidas trialeras que no tengo problemas en subir para gozo propio y de los caminantes que me animan al verme subir cargado con las alforjas por aquellos pedregales.


Aprovechando para comer




Y como todo lo que sube tiene que bajar empiezo los descensos de autentico montain bike, si correr demasiado porque me puedo encontrar gente y porque aun no me he hecho a el peso de las alforjas. Al cabo de un rato empiezo a notar que mi freno delantero empieza a quedarse frenado, sólo es el km. 38 y ya tengo una avería mecánica, pues empezamos bien. Aprovechando la parada técnica aprovecho para comer un poco. Solucionado el problema aparentemente sigo mi camino.

Entrando en Villaba un par de km después de la parada técnica vuelvo a tener el mismo problema. En medio de la calle pongo mi bici en vertical gracias a las alforjas y me pongo a mirar de nuevo las pastillas de freno, compruebo que el muelle que separa las pastillas esta destrozado, genial son las 3 y media del domingo y no tengo repuestos. Como con mi multiherramienta no me apaño, saco mi navaja de la mili, que después de 18 años sigue como el primera día (véase llena de mierda) y con ella consigo hacer una ñapa para poder continuar.

Entro en Pamplona y llego a la plaza de toros, a partir de aquí conozco el camino, ya que lo hice en semana santa con la gente de Mendiak por lo que no me entretengo mucho y cruzo la estafeta hasta el ayuntamiento donde hago alguna fotillo y sigo mi camino cruzando el parque de la ciudadela hasta salir de Pamplona donde en Zizur Mayor hago una paradita a coger agua y estirar, ya que desde aquí empieza poco a poco la subida al Perdón.

Hace un sol de justicia y el terreno esta muy seco, no como en semana santa que era justo lo contrario, pese a ello la subida se me hace más dura que entonces. Noto que he perdido un poco de forma, hasta tal punto que casi coronando tengo un amago de tirón en ambas piernas. Ya una vez arriba en el Perdón mientras recupero el aliento aprovecho para sacar unas fotos y vídeos de las espectaculares vistas que se pueden ver desde allí.

Alto del Perdón

Empieza el descenso por el técnico sendero de piedras, pero esta vez lo hago más suave que la ultima vez ya que esta  vez voy sólito y no se pueden hacer tantas locuras, jeje. Cuando llego abajo empiezo a notar unas molestias en la rodilla, pero no las hago mucho caso y sigo rodando cruzando Uterga, Obanos hasta llegar a Puente La Reina donde tenia previsto el final de etapa.

Puente La Reina
Entrando en el pueblo veo uno de los Albergue que tenia en mente y paro a preguntar si hay sitio. Me dicen que aun tenían plazas pero como era pronto decido ir a ver los otros albergues por si acaso, esto es típico en mí, también hubiese sido típico que a la vuelta no hubiese plazas o estuviese cerrado, pero esta vez no fue así. Me doy una vuelta rápida al pueblo con la bici y saco unas fotos al puente famoso para acabar volviendo al Albergue Jakue visto que los otros albergues no me convencían más que el primero.

Albergue Jakue
Duchas de Hirdomasaje
Me inscribo y me dispongo a dejar la bici en una caseta de madera que tienen en el jardín que no me inspira mucha confianza pero al ver que la gente dejaba incluso el casco y el cuentakilómetros me tranquilizo un poco y no pongo ni la cadena. Cojo mis alforjas y cruzo el jardín que tenia una pinta estupenda con peregrinos descansando y tomando cervezas como en una terraza y me digo que en cuanto me duche vengo para aquí, jeje. Llego a mi litera y no esta nada mal, hay gente durmiendo ya y se oyen los primeros ronquidos, pufff, suerte que me traje tapones. Me dirijo a la ducha y cuando llego, OOOOOHHH!!! literalmente se me cae la mandíbula, no puedo creer lo que estoy viendo, las duchas tienen cabinas de hidromasaje!!!! Y allí que me tiro un buen rato probando tipos de chorros y luces de la ducha.

Después de la ducha me pongo a hablar con un compañero de litera, un gipuzkoano que iba por su segundo día caminando y daba pena verle, tenia los pies destrozados y estaba pensando ya abandonar. La verdad que yo también había llegado un poco tocado ese día de la rodilla con una pequeña tendinitis que me estuvo dando la lata los últimos kilómetros, seguramente por una mala colocación de la altura del sillín.

Salgo a dar una vueltilla por el pueblo buscando un sitio para cenar y acabo en el restaurante del Hotel Rural Bidean disfrutando de un menú peregrino, luego vuelta al albergue y a descansar.


DIA 2. PUENTE LA REINA - LOGROÑO (77 Km)
Desayunando como dios manda

En el camino los días empiezan muy temprano sobre todo para los
andarines que salen antes de que amanezca y para las 6 ya se están levantando. Yo como no tengo prisas me hago el remolón aguantando un par de horitas más. Una vez en pie me pongo la ropa de faena y a desayunar. El desayuno genial como todo en este albergue, se hace en el bar y por poco dinero te ponen unas tostadas con café y zumo que te revitalizan en cuerpo y alma.


Antes de arrancar subo un poco el sillín ya que el dolor que tenia ayer parecía más bien de llevar el sillín un poco bajo, así que lo ajusto y me pongo en marcha. Atravieso el pueblo y por su famoso puente cojo  el camino rumbo a Mañeru mientras me vienen a la cabeza las durisimas rampas que hay antes de llegar. Son las 9 de la mañana y el sol pega ya con fuerza, por lo que paro para embadurnarme de protección solar y ohh!! ha desaparecido por más que busco no la encuentro, genial me ha durado un día... pues nada sigo y al poco me encuentro con el gipuzkoano que dormía junto a mi y paro para interesarme por su estado, que no era muy bueno, y ya de paso pedirle un poco de protección solar. Después de acompañarle un rato a su ritmo vuelvo a arrancar llegando hasta las rampas del infierno que recordaba antes de Mañeru y sudando como un gladiador llego arriba sin problemas.

Unos kilómetros más tarde entro en el pueblo de Cirauqui y por sus empinadas calles llego hasta la plaza,donde el camino atraviesa literalmente una casa por su portal donde puedes sellarte la   acreditación. Tras atravesar la casa empieza el descenso entre calles hacia las afueras del pueblo donde hay un puente en muy mal estado donde hay que bajarse de la bici. Yo no tengo problemas para cruzar el puente, pero veo a un italiano con una bici de ruedas finas y 5 alforjas cargadas hasta arriba que no puede sacar su bici del puente, así que subo la mía y vuelvo a por él. Entre los dos conseguimos sacar ese bicitanque de allí.¡ ala! ya hemos hecho la buena acción del día!

Portal Cirauqui
            
Puente de Cirauqui
Sigo mi camino y entrando en Lorca por una rampa de asfalto oigo que algo metálico se cae de la bici, paro a ver qué es y ... horror!! es una pastilla de freno. La recojo y jurando en hebreo me acerco a la plaza a volver a echar un ojo al dichoso freno. Esta vez pinta muy mal pero con un poco de maña y mi navaja de la mili, vuelvo a hacer un apaño. El freno suena fatal  pero espero que aguante hasta Estella, allí sé que hay tiendas de bici y puedo conseguir recambios de lo contrario mal asunto, aun faltan muchos kilómetros y sin freno delantero va a ser muy complicado.

Fuente del Vino
Llego a Estella sano y salvo y en la oficina de información pregunto por las tiendas de bici. Me dirijo a una de ellas y compro un par de juegos de pastillas, pero decido no ponerlas aún y ponerlas cuando me volvieran a fallar las que llevaba. Así que ya más tranquilo pongo rumbo a Irache.

A la salida del pueblo de Irache siguiendo el camino junto al santuario esta la famosa fuente del vino de las bodegas de Irache, después de probar su vino, sacar unas fotos y echar unas risas con los allí presentes arranco de nuevo poniendo rumbo hacia Los Arcos.



Los Arcos lo conozco bien ya que tiene un circuito de velocidad que suelo visitar de vez en cuando para ver carreras. Aquí después de sellar mi acreditación en un albergue hago una parada en la iglesia junto a la plaza a comer y tomar un cafecito. Empiezo a reconocer gente que estuvo por mi albergue la noche anterior y después de los saludos de rigor con el estomago reconstituido vuelvo al ataque.

Plaza de Los Arcos
Continuo pasando por Torres del río y Viana, donde hago una paradilla haciéndome un paseillo por su plaza de toros portatil montada como no en la plaza del coso. Un rato después llego ya Logroño entrando por el largo Puente de Piedra que cruza el Ebro y que da directamente a la zona vieja. Me doy una vuelta reconociendo los albergues hasta encontrar el Check In Rioja un pequeño y moderno albergue donde finalizo la etapa en bici por hoy.

Logroño
           
Check In Rioja
Después de una buena ducha y un rato de conversación con unos compañeros peregrinos, salgo a dar una vuelta para hacer un poco de turismo y rehidratarme bien, haciendo parada obligatoria a tomar unos pintxos y chatos en la famosa calle Laurel tambén llamada senda de los elefantes, porque de aquí se sale con una trompa y a cuatro patas, jeje. Por suerte o desgracia hoy están casi todos los bares cerrados y no termino de esa manera.

Ya cenado de vuelta en el albergue nos juntamos de nuevo el grupo de peregrinos con Natxo el hospitalero y acabamos de tertulia hasta las tantas contando batallitas del camino.


DIA 3. LOGROÑO - BELORADO (75 Km)

Comienza un nuevo día y otra vez soy el ultimo en salir. Cruzo la ciudad saliendo de ella por la zona industrial camino del Embalse de la Grajera, un paraje espectacular con zonas de esparcimiento y perfecto para hacer mtb, correr o una buena parrillada.


Logroño al fondo
           
Embalse de la Grajera
Empezando la subida me encuentro con el compañero de tertulia de anoche y juntos llegamos hasta el embalse donde paramos a hacernos unas fotos y vídeos de rigor. Continuando nos encontramos con uno de los personajes del camino, el amigo Marcelino, que rinde devoción a la virgen de la locura en su Ermita del Peregrino Pasante y allí sellamos nuestras credenciales. Después de reírnos un poco con el amigo Marcelino reiniciamos la marcha pero visto que nuestro ritmo era muy diferente y yo quería llegar más lejos en la etapa de hoy nos despedimos y continuo en solitario.

Marcelino Lobato
            
Entre viñedos
Empiezo a cruzar La Rioja entre viñedos y parcelarias cruzando Navarrete y Najera hasta llegar a Santo Domingo de la Calzada donde hago un alto para sellar y sacar unas fotos. Siguiendo el camino y como ya va siendo hora de comer paro entre Santo Domingo y Grañon junto a un monumento de una cruz en honor a los valientes.

Monumento al Peregrino
            
Cruz de los valientes
Mientras como llegan un par de señoras de paseo desde Grañon y empezamos a hablar.  Me cuentan la historia del porqué de la cruz y que eran de Bilbao, cuando les digo que soy de Amorebieta una de ellas me cuenta que su cuñado tiene un bar allí famoso por sus pintxos, pero que no recordaba el nombre. Yo como me temo que bar es me quedo callado y le digo que ni idea, así que ella acaba llamando a su marido para preguntarle por el nombre. Efectivamente era el que yo pensaba y es entonces cuando le digo que lo conozco bien, que mi ex es prima de su cuñado, a lo que ella se queda toda cortada, jeje, el mundo es un pañuelo. Un rato después nos despedimos poniendo rumbo todos hacia Grañon. Cruzo este pueblo del que tengo un vago muy vago recuerdo de una que estuve aquí en fiestas. Es vago el recuerdo porque lo único que hice es venir a dormir la resaca del día anterior en fiestas de Bilbao, vamos ... un fiestón el de Grañon.

Llego a Belorado, final de etapa por hoy y nada más entrar en el pueblo esta el Albergue A Santiago, mientras dudo si entrar en este o seguir hasta el pueblo a ver los otros, un coche para y salen dos chavales vestidos con petos de fiesta y con claros síntomas de no haber ido a casa a dormir todavía. Por lo visto el día anterior debía haber sido fiesta en el pueblo. Empezamos a conversar y me animan a subir al albergue, donde iban a buscar a un amigo suyo, hijo del dueño, para tomarse la ultima.

Albergue A Santiago
            
Vaya Fichajes!!
Así que me decido por este y tras registrarme me saco una cervecita a la terraza para recuperar un poco, me siento con los dos fichajes y empezamos a charlar y tomar cervezas una tras otra hasta que la camarera tiene que salir a pedirnos los vasos porque se había quedado sin vajilla. Al rato se nos juntan un par de peregrinos gallegos que vienen haciendo el camino en bici como yo y volvemos a la carga con las cervezas, de nuevo tiene que salir la camarera a por los vasos. Al final la cosa se sigue animando y casi de noche los gallegos y yo bajamos al pueblo con los dos fichajes al bar de uno de ellos donde nos encontramos con el padre de él, que le echa unas miradas de esas que matan por no haber aparecido aún por casa, jeje. Después de un par de tragos más con ellos nos despedimos y buscamos el Restaurante Bulevar que nos habian recomendado donde cenamos para luego poner rumbo de vuelta al albergue. A dormirla....



DIA 4. BELORADO - HONTANAS (85 Km)

Comienza un nuevo día y después de un tremendo desayuno en el mismo albergue con unas tostadas gigantes, zumo natural y café aprovecho para darle un manguerazo a la bici, ayer al final con la liada de las cervezas no tuve tiempo, jeje. Hoy no soy el ultimo en salir pero casí, el penultimo, voy mejorando.

La mañana es gris, amenaza lluvia y hace un poco de fresco, se nota ya que estamos en Burgos. Empiezo a rodar cruzando Belorado para meterme en el camino que suavemente empieza a ascender entre parcelarias y pueblitos o hasta llegar Villafranca Montes de Oca donde empieza un sendero muy técnico y con un desnivel durisimo donde hay que darlo todo.

Ahí adelanto a un grupo de daneses que estaban en el Albergue que me anima al verme escalar por el tortuoso sendero montado en la bici, todo orgulloso llego arriba y continuo por la pista que asciende hacia La Pedraja mientras empieza a caer un poco de Txirimiri. Al poco oigo llegar a los daneses que suben a un ritmo de vértigo, que jodidos técnica 0 pero subir si que suben, me cogen rápido y uno de ellos me empieza a preguntar en ingles yo que sé de la altura,  yo le respondo a la altura que estamos, pero parece que no se queda conforme y le suelto lo que nos falta por subir, al final parece que o bien era eso o desiste y tiran para adelante.

La Pedraja
Se agradece volver al monte de nuevo después de varios días cruzando campos amarillos. En el punto más alto del puerto de la Pedraja se encuentra un monumento en homenaje al casi centenar de republicanos asesinados y enterrados en una fosa común allí mismo durante la guerra civil. Desde allí empieza una pista ancha de falso llano en bajada que lleva hasta el Monasterio de San Juan de Ortega.

Tenia ganas de conocer este sitio ya que San Juan de Ortega es el patrón de los Aparejadores y en el trabajo celebramos una comida en su honor a principios de Junio. Al acercarme veo que junto al monasterio hay una grúa de construcción que no sé si estará puesta porque hay obras en el monasterio o en honor al santo. Así que aprovecho para hacerle una visita al santo y darle las gracias por esas comilonas que se paga una vez al año. Después de unas fotos y vídeos aprovecho para tomarme  un cafecito caliente y sellar la credencial en el bar que hay junto al monasterio comentando los primeros kilómetros con algunos conocidos a los que ya había alcanzando.

Monasterio de San Juan de Ortega
            
El que paga la fiesta patronal
Vuelvo al camino y poco después paso junto al yacimiento de Atapuerca donde empieza una subida muy complicada con mucha piedra que va  junto a la alambrada del campo de maniobras del cuartel de Castrillo del Val donde hice la mili. Cuando llego arriba puedo disfrutar de unas vistas espectaculares con Burgos en el horizonte.

Entrando en la ciudad me encuentro con los dos gallegos con los que acabé cenando anoche y hacemos los últimos kilómetros juntos hasta la catedral. Después de sellar la credencial y sacarnos unas fotos nos despedimos ya que ellos se quedaban allí y yo continuaba un poco más pero antes de salir de Burgos me doy unas vueltas por el centro recordando los viejos tiempos de la mili.

Plaza Mayor
Catedral de Burgos
Los gallegos
Saliendo de Burgos empiezan de  nuevo las eternas pistas entre parcelarias, con apenas pueblos de por medio. Las nubes hace rato que desaparecieron y empieza a hacer mucho calor. Pocos kilómetros antes de llegar a mi destino hay un albergue curioso que tengo ganas de visitar, el albergue San Bol, que según cuentan hasta hace muy poco no había luz ni agua corriente y tenia fama de ser muy hippie, por lo que me desvío unos cientos de metros hasta él encontrandolo en un arbolado junto a una fuente. Un lugar muy bucólico pero que no me llama tanto como para quedarme así que continuo.

Un par de kilómetros más y llego hasta Hontanas. Cruzando el pueblo encuentro el Albergue El Puntido que es el que estaba buscando y paro en él, aún no tengo muy claro si quedarme o no ya que es muy pronto y podría hacer unos kilómetros más. Así que mientras me lo pienso entro a tomar algo y pregunto si tienen plazas. Mientras me lo pienso entra una pareja de peregrinos a los que acababa de adelantar que se inscriben y ante el temor de quedarme sin plazas y el calorazo que hacia ya fuera yo también me inscribo.
Hontanas
            
Albergue El Puntido
Después de una buena ducha bajo a comer al restaurante del albergue. Es fuera de hora ya, pero la guapa y siempre sonriente camarera me dice que no hay problema, me lleva al comedor donde a esas horas estoy yo ya sólo, así que me pone la tele y me toma nota. Al poco rato vuelve a entrar de nuevo al comedor con la peregrina que acababa de inscribirse antes que yo y con su sonrisa nos dice que si queremos sentarnos juntos y así hacernos compañía, sorprendidos con la salida de la camarera asentimos y entre risas empezamos a hablar y contar batallitas del camino. Al final quedamos para tomar luego a la tarde unas cervecitas por el pueblo y nos vamos a descansar un rato. Tras el descanso salgo a dar un paseo por el pueblo viéndolo en 5 minutos y me encuentro con Silvia, la madrileña con la que había comido y tomando cervecillas y de charleta llegamos a la hora de cenar. Después de cenar nos despedimos y a descansar.



DIA 5. HONTANAS - SAHAGUN (93 Km)

Empieza una nueva jornada con un desayuno peregrino y una garganta un tanto irritada. No sé si por el polvo del camino o porque que ayer por la tarde salí muy fresco y cuando anocheció hacia un frío que pelaba, pero no hago más que toser. Día a día voy saliendo algo antes pero aún así no lo suficiente y para cuando salgo sólo queda una bici ya.

Monasterio de San Antón


El camino comienza ligeramente descendente hasta llegar a la carretera por donde continuo unos km hasta llegar al Monasterio de San Antón, donde el camino atraviesa literalmente por entre las ruinas del monasterio.





Cuando me voy acercando a Castrojeriz alcanzo a Silvia, la madrileña con la que pasé la tarde de ayer y la acompaño durante un rato. Hacemos una parada en el mirador del pueblo a disfrutar del paisaje y sacarnos unas fotos  y recordando que ayer tenía los labios abrasados por el sol le regalo mi protección solar para los labios y ella en agradecimiento me regala su Buff para que cuide de mi garganta.

Silvia la madrileña
            
Mirador de Castrojeriz
Después de despedirnos sigo hacia la primera tachuela del camino, el alto de Mosterales, al comienzo del puerto una señal ya avisa del alto desnivel que tiene la subida aunque al final tampoco me pareció para tanto y al llegar arriba me giro para ver las espectaculares vistas que hay desde allí y sacar unas fotos.

Castrojeriz desde el Alto de Mosterales

Y como todo lo que sube tiene que bajar, comienza un rápido descenso con un desnivel como el anterior hasta llegar al río Pisuerga, que como todo el mundo sabe también pasa también por Valladolid y al cruzar el puente entro ya en Palencia donde comienzan las interminables rectas que me acompañarían los próximos días.

Canal de Castilla


Al pasar Boadilla del Camino mientras voy paralelo al Canal de Castilla me encuentro con dos bicigrinos con los que coincidí en Puente La Reina y juntos empezamos a rodar haciendo relevos a toda velocidad para acabar cuanto antes del monótono camino. Llegamos así hasta Fromista donde yo me quedo sacando fotos en una de las esclusas del canal y ellos continúan. Ya en el pueblo hago una parada para sellar mi acreditación en la oficina de turismo y vuelvo al ataque.


De nuevo las largas y aburridas rectas de Palencia hasta que llegar a Carrión de los Condes donde hago una parada descansar un poco y tomarme un café en el bar de un sinsorgo que me recordó a Mauricio Colmenero, no por lo del bigote, sino por lo de jili*oyas. Cuando salgo de Carrión de los Condes vuelvo a coger una interminable recta que en otro tiempo debió ser una calzada romana llamada la via Aquitana que me lleva hasta Calzadilla de la Cueza. Después siguiendo el camino paso por varios pueblitos como Ledigos, Terradillos de los templarios, etc hasta que por fin llego a mi destino de hoy que es Sahagún. Bajo un calor sofocante aparco mi bici en el Albergue Domus Viatoris y después de una buena ducha para mi y otra para la bici toca reponer fuerzas comiendo y con un merecido descanso.
Entrada a Sahagún
            
Albergue Viatoris
A la tarde me doy una vuelta por el pueblo a tomar unas cervecitas y conocerlo, aprovechando para pasarme por una farmacia a comprar una crema para las irritaciones que me estaba haciendo ya el culotte, que empezaban a ser muy molestas. Me doy cuenta que parece que este pueblo se lo ha saltado la gran mayoría peregrinos en bici ya que apenas veo caras conocidas e incluso de vuelta al albergue este sigue prácticamente vacío. Junto a mi litera encuentro a Raúl un madrileño con acento venezolano con el que había coincidido el día anterior y después de contar las batallitas del día yo me voy a cenar al restaurante del albergue, resultando que el cocinero rumano también practicaba el mountain bike y acabamos de charleta y escuchando sus aventuras por los los Carpatos.



DIA 6. SAHAGÚN - ASTORGA (114 Km)

Empieza un nuevo día y después de desayunar en la cafetería del albergue empiezo a preparar mis alforjas. Yo pensaba que era lento preparándolas pero veo que el compañero Raúl me gana por goleada, así que me despido de él y me pongo en marcha.

Sahagún
Hace una mañana muy fresca y cuesta entrar en calor ya que el pueblo se cruza todo el rato bajando. A la salida del pueblo encuentro una bifurcación en el camino, por la izquierda esta el real camino francés y por la derecha el camino de Soto, decido seguir respetar el camino original y comienzan de nuevo las interminables rectas paralelas a la carretera, al menos empieza un falso llano en ascenso que me hace volver a entrar en calor. Después de pasar Bercianos del Real Camino y el Burgo Ranero veo en el gps que el otro camino, el que antes había desechado estaba muy cerca, por lo que decido cruzar unas vías de tren por un apeadero abandonado y continuar por el otro camino.

Calzada Romana

Este camino no es tan rápido como el otro, pero por él encuentro una antigua calzada romana en muy buen estado que aprovecho para visitarla y sacarme unas fotos. Como ayer había leído que la tradición  manda llevar una piedra u otra carga simbólica durante el viaje para depositarla en la cruz de ferro, decido coger una piedra milenaria de la calzada romana para dejarla cuando llegue allí. Continuo hasta llegar a Mansilla de las Mulas donde intento infructuosamente encontrar el cartel de entrada al pueblo para mandárselo a el amigo Vicen que se apellida Mansilla y esta fuerte como una mula, jeje, pero como no he llegado por la carretera no lo encuentro y me vuelvo a incorporar al camino francés y a sus largas rectas. Los kilómetros y los pueblos empiezan a pasar sin pena ni gloria hasta que llego a León.

Entro en León y me dirijo hasta la catedral donde sello mi credencial y saco unas fotillos para luego darme una vuelta por el centro parando en el barrio húmedo donde me tomo un descanso y me tomo un café con un pintxo en una terraza en la que estuve hace unos años.  Me vuelvo a poner en marcha y al pasar de nuevo junto a la catedral me encuentro con el amigo Raúl que acaba de llegar y estaba esperando a unos amigos. Después de un rato de charleta continuo mi camino cruzando León pasando junto al Parador y sobre el puente del río Bernesga.

Casa Botines
Catedral de Santa María
Parador de León
León ha quedado atrás y empieza a hacer mucho calor, así que aprovechando la sombra de un paso bajo la autovía para hago una parada para quitarme ropa. De nuevo vuelvo a la carga pero a los pocos metros siento un pinchazo terrible en la rodilla izquierda que me hace gritar a cada pedalada. Intento seguir, pero me resulta imposible, ni poniendo el mínimo desarrollo consigo pedalear, el dolor es muy fuerte por lo que no me queda más remedio que pararme en una sombra junto a la carretera.

Pensando si continuar ...
Todo indica que mi camino se acaba de truncar y que no me queda más remedio que claudicar. Me encuentro a mitad de camino entre Léon y Hospital de Orbigo por lo que si decido volver hacia atrás tengo León desde donde podría volver a casa fácilmente, pero si intento continuar adelante hasta Hospital de Orbigo en caso de abandonar tendría más complicado volver a casa. Contra toda lógica no claudico y sigo hacia adelante, entre gritos y llorando de rabia avanzo muy poco a poco, hasta que al fin consigo coronar un altillo.

Ahora el camino tiende hacia abajo y me es más fácil avanzar, pero aún me sigue doliendo mucho, por lo que por primera vez me salgo del camino para avanzar por la carretera general paralela al camino y evitar así las vibraciones. Poco a poco el dolor va disminuyendo y llego hasta Hospital del Orbigo. He conseguido llegar y me encuentro mejor así que después sellar mi credencial, cargar mi bidón y hablar con un americano de Durango (EEUU) sobre GoPros decido que voy a continuar.
Puente del paso honroso

Cruzo Hospital Orbigo por el antiguo puente de piedra del paso honroso que pasa junto a una campa donde aun se celebran Torneos Medievales. Llegando a la salida del pueblo me encuentro de nuevo otra bifurcación, el camino de la izquierda más corto paralelo a la carretera hasta Astorga y el de la derecha que se mete hacia el monte y es más largo y con más desnivel. Otra vez pueden más las ganas y tiro por este último..

Figura curiosa
De nuevo vuelven los caminos de mountain bike y continuo por unos senderos muy bonitos, cruzándome con rebaños de ovejas y curiosas figuras. De vez en cuando noto algún pinchazo pero lo puedo soportar y empiezo de nuevo a disfrutar. En un alto junto al camino me encuentro un edificio peculiar a mi derecha muy Hippie y con un par de camas en la calle que llama mucho mi atención pero no me detengo ya que tengo mi destino muy cerca y empiezo a estar casando. Muy cerca de allí y desde un mirador puedo ver ya Astorga a mis pies y desciendo velozmente entrando emocionado en  la ciudad.

Me doy una vuelta con la bici buscando por donde están los albergues, viendo la catedral, el palacio de Gaudi y el episcopal. Sin aun decidir donde dormir y con un hambre tremendo me siento en una terraza sacándome un bocata de cecina de León con un par de Acuarius con muchos hielos en un vaso de Katxi que me sabe a gloria bendita.

Catedral de Astorga
Bocata de Cecina de León
Palacio Gaudi
Albergue Siervas de maría
Me dirijo al albergue Peregrinas Siervas de Maria donde me vuelvo a encontrar a la pareja catalana y al amigo Raúl, que se sorprende al verme llegar después de él, así que le pongo al día y me voy a la ducha. Después de descansar un poco vuelvo a la calle para visitar Astorga, pero por desgracia es tarde y me encuentro cerradosya  los palacios episcopal y de Gaudi que quería visitar por lo que para consolarme me compro unos hojaldres de Astorga, por los que tengo especial debilidad. Aprovecho ya el paseo para pasar por la estación de autobuses a informarme de las posibilidades de vuelta desde allí si al día siguiente no me encontrara lo suficientemente bien como para continuar. Luego busco un sitio para cenar y encuentro una pizzeria en la plaza donde casualmente estaban dando unos conciertos en vivo. Así que como hacia una noche muy buena me siento en una mesita en la calle y a cenar escuchando música en vivo.

De vuelta a la habitación del albergue me encuentro con Juan, un valenciano que viene haciendo el camino de la plata, camino que se junta con el francés aquí en Astorga y con dos chicos catalanes que vienen haciendo el camino francés a pie. Empezamos a charlar desde las camas hasta que poco a poco todos nos quedamos dormidos.


DIA 7. ASTORGA - TRIACASTELA (129 Km)
Amaneciendo en Astorga

Empieza una nueva jornada y en mi cabeza seguía el pinchazo de la rodilla del día anterior. Aunque había descansado bien, sólo habían sido unas horas y aún no sabía como me va iba responder la rodilla. Lo que esta claro es que si volvía a doler como el día anterior tocaba retirada, no me fuese a hacer una avería mayor, así que hoy probaría a ver qué pasaba.


Después del desayuno toca la aburrida rutina de preparar alforjas y para cuando salgo del albergue sólo queda una bici en el guardabicis, cómo no la del amigo Raúl. Desde la puerta del albergue la escultura parece indicarme el camino que debo seguir y tras ella un espectacular amanecer, que bien se merece una foto hace presagiar un gran día.  Con cuidado empiezo a rodar pero no voy muy bien de ánimos y llevo un ritmo cansino, haciendo algunos tramos por carretera junto al camino para evitar de esa manera las vibraciones, ya que de vez en cuando seguía teniendo molestias en la rodilla. Aun así continuo obstinado hacia adelante hasta llegar poquito a poco llego a hasta Rabanal del camino.


Cruz de Ferro
Aquí empiezan ya las rampas fuertes del puerto y contra toda lógica voy encontrándome más agusto. Vuelve el mtb de senderos  y empiezo a olvidarme de la rodilla mientras voy cogiendo altura disfrutando de unas vistas espectaculares que me van subiendo más y más la moral. Al llegar a Foncebadón, ultimo pueblo antes de llegar a la cumbre, voy al limite de fuerzas pero no me rindo y continuo hasta que poco después empiezo a vislumbrar la cumbre con la Cruz de Ferro.

Por fin llego hasta ella y allí a los pies del montículo de piedras me encuentro con Juan el Valenciano que había subido por la carretera.  Se queda sorprendido al verme allí ya, después de lo mal que me vio ayer y que habia subido por el sendero. Nos sacamos unas fotos y como manda la tradición deposito el monticulo bajo la cruz la piedra que había cargado simbólicamente durante mi viaje ... osea desde ayer.

El amigo Juan decide reiniciar su camino bajando por la carretera y yo como soy más cabra prefiero el sendero, por lo que después de reponer fuerzas comiendo y bebiendo comienzo la bajada por el sendero que tiene unas vistas espectaculares, que hacen que me pare varias veces para observarlas todo embobado. Cruzando Manjarin y su curioso Albergue empieza la bajada realmente fuerte y técnica del puerto. Como estas son las bajadas que me gustan vuelvo a disfrutar como un enano hasta que llego a el bonito pueblo de El Acebo con los riñones hechos polvo de tantas piedras y saltos donde hago una parada para tomar un descanso. De nuevo vuelvo a la carga y continuo la bajada hasta el siguiente pueblo Riego de Ambrós.

Riego de Ambrós
Al intentar cruzarlo me doy cuenta que es imposible, esta todo el suelo del pueblo levantado por obras y tiene todas las calles cortadas. Al intentar bordearlo por la carretera veo que la carretera se separa mucho del camino, por lo que vuelvo atrás y decido meterme por las obras. Como no veo a nadie trabajando por allí cruzo el pueblo entre zanjas y excavadoras hasta donde nace el sendero y vuelvo otra vez a las bajadas trialeras donde me vuelvo a divertir un montón.

Llego a Molinaseca por el sendero justo cuando el Juan el valenciano lo hace también por la carretera, juntos cruzamos  su antiguo puente de piedra hasta la salida del pueblo donde yo decido parar a tomarme un merecido descanso en La Posada de Muriel con un café y un pincho mientras mis órganos internos van volviendo poco a poco a su sitio. Después del descansillo me pongo en marcha de nuevo y enseguida llego hasta un el alto desde donde puedo ver ya todo Ponferrada.

Cuando organicé el viaje como tenia un semana para realizarlo, sólo me lo preparé hasta aquí. Tenia intención de llegar hasta León o Ponferrada y dejar el resto del camino para otra ocasión pero a estas alturas del camino teniendo tan cerca Santiago es imposible dejarlo ya para otra vez y como aún me quedan días libres en el trabajo decido continuar. Avisando el lunes en el trabajo que me cogía algún día más.

Castillo Templario Ponferrada
Entro en Ponferrada hasta llegar a su famoso castillo templario donde aprovecho a sacarme unas fotos sin entretenerme mucho ya que ya lo conocía. Seguido pongo rumbo a la salida de la ciudad y gracias al gps la cruzo, ya que sin el sería imposible ya que las marcas desaparecen completamente por la ciudad. A las afueras hago una parada para comer en una sombra y me doy cuenta que me he quedado sin baterías tanto en el gps como en la GoPro. Baterias para el gps sin problemas tengo 2 pares más, pero de la GoPro me he fundido las dos baterías que llevaba después de tantos minutos de grabación en bajadas locas.

Continuo mi marcha con el estomago llego y a ritmo animado cruzando pueblos hasta llegar a Cacabelos donde hago una parada a sellar mi acreditación y continuar hasta Pieros donde hay dos opciones para seguir, la oficial y fácil por un sendero junto a la carretera y la variante por monte y más larga. Obviamente elijo la segunda y de nuevo me meto por unos caminos de rampas duras pero con paisajes realmente bonitos hasta llegar al bonito pueblo de Villafranca del Bierzo, donde tenia intención de hacer noche.
Palacio del Marques de Villafranca

Me doy una vuelta por el pueblo con la bici viendo sus bonitas calles y plazas mientras busco el albergue. Cuando llego a él pienso que con lo pronto que es y lo fuerte que me encuentro podría acercarme más a algún pueblo antes de O'Cebreiro para empezar mañana a subir el puerto a primera hora desde su base. Así que sello mi acreditación cojo un poco de agua y sin pensármelo dos veces decido continuar.

El camino se vuelve fácil y rápido pese a que es un falso llano en ascenso que va junto a la carretera. Después de cruzar varios pueblos  me voy acercando a los últimos antes de iniciar el puerto de O'Cebreiro y voy comprobando que todos los albergues están completos y lo único que encuentro es un hostal, pero el dueño no me ha caído muy bien y continuo. Al final llego hasta Las Herrerías donde esta el inicio del puerto de O'Cebreiro y no he encontrado donde dormir.

Puerto O'Cebreriro
Son las 5 de la tarde y hace muy buena temperatura así que tengo dos opciones una volver al hostal del "simpático" o atacar O'Cebreiro después de la kilometrada que llevo. Otra vez la segunda opción me convence más ya que me encuentro muy fuerte, a tope de moral y ni me acuerdo de los dolores de rodilla. Por lo que como algo, me meto uno de los dos geles que traje para todo el camino y sin pensármelo dos veces ataco la subida del famoso puerto.

La subida la haré por carretera ya que por el sendero nadie me lo ha recomendando y por una vez voy a hacer caso. Comenzando a subir las primeras rampas empiezo a atragantarme con el dichoso gel, ya que estos hay que tomárselos con mucha agua y cuando me lo tome me quedaba más bien poca, así que sin desesperarme sigo adelante ya que veo en el gps que hay una fuente junto a la carretera un poco más adelante. Cuando llego a la altura de la fuente veo un grupo de gente en el arcén de la carretera mirando al barranco, cuando me acerco veo que están mirando un coche que se había despeñado unos cuantos metros, les comento si necesitaban ayuda pero me dicen que no, que el accidente había sido ayer y que estaban mirando como rescatar el coche. Les deseo suerte y después de quitar el reseco del gel y llenar el botellín vuelvo al ataque. El puerto de O'Cebreiro tiene un desnivel del 10-12 % constantes y sin descansos, pero con lo motivado que voy lo subo a gusto y a un ritmo bastante alegre.

O'Cebreiro
Llego a un pueblito muy bonito estilo celta lleno de gente, me muevo entre el gentío viendo el pueblo hasta
que me paro y pregunto a una señora si faltaba mucho por subir, a lo que la señora me mira con cara rara y me dice ¿subir a dónde? a O'Cebreiro le digo y riéndose me dice que ya estoy en O'Cebreiro que no hay nada más para arriba allí. Yo sorprendido por lo fácil que se me había echo la subida, me sale una sonrisa de oreja a oreja y me voy hacia la ermita a visitarla y sellar mi credencial. Allí el párroco me dice todo serio que no sella a peregrinos en bici, yo me quedo a cuadros y al momento se echa a reír y me sella la credencial, que simpático el cura, jeje. Después de sacar las fotos de turno y disfrutar de las vistas, como allí no hay sitio donde dormir me pongo en marcha, ya que sé que después de O'Cebreiro hay otro subir otro pequeño puerto, el alto do Poio,  antes de que empiecen las bajadas y empezaba a hacerse tarde.

Alto do Poio
Tras un pequeño descenso por carretera vuelvo a los caminos ascendiendo de nuevo y cruzando los típicos pueblitos ganaderos hasta llegar a Padornelo, dónde tras unas durisimas rampas donde bajo por primera vez de la bici llego al alto do Poio. Una foto típica al cartel del puerto  y sin demora empiezo el descenso. La bajada transcurre paralela casi todo el rato a la carretera hasta llegar a Fonfria donde paro en un pequeño albergue con una pinta muy buena a preguntar si habia sitio y si daban de cenar, ya que por allí había visto que había mucho más. Me dicen que si que había sitio pero que la cocina iba a cerrar en unos minutos. Les comento que si me esperarían a que me duchara al menos para la cena y como me dice que no, pues pregunto que a cuanto estaban los siguientes albergues, me dicen que en Triacastela que estaba a unos 15 km, pero que todos eran en descenso y que en bici no tardaría mucho. Por lo que me vuelvo a montar en la bici y vuelvo al ataque. Las bajadas de nuevo super divertidas y rápidas, pese a que ya el sol esta bajo y las sombras me pegan algunos sustos de vez en cuando.

Al pasar por entre unas vallas veo un rebaño de vacas que va caminando por él y al otro lado de la valla esta el vaquero. Reduzco la marcha  poniéndome detrás de ellas, pero se ponen un poco nerviosas no sé si por mi presencia o por los gritos del vaquero y cuando intento adelantarlas pasando entre ellas despacio la ultima se me cruza y me la como de frente yéndome al suelo pegándome un buen arrastrón. No me hago nada de daño y me levanto de un salto. Mientras el vaquero empieza a jurar en gallego y llamarme de todo, esta todo loco y me amenaza con la vara. Al final acabo mandandole a tomar por culo mientras me subo a la bici y continuo bajando.

Triacastela
Llegando a Triacastela en la entrada al pueblo hay un espectacular árbol milenario donde me saco una foto y continuo hasta la calle principal donde están los albergues. Pregunto en el primero, el  Complexo Xacobeo, que tiene  una pinta estupenda si hay plazas y si dan de cenar, a lo que me responden que si por lo que decido dar finalizada la etapa reina allí.

Después de una buena ducha salgo a dar una vueltilla por el pueblo, que tampoco tiene mucho que ver salvo la calle principal abarrotada de gente comiendo en la calle. Cuando anochece me acerco al restaurante a cenar en la terraza y cuando me dan la carta me quedo alucinado con lo barato que es prácticamente todo, así que decido meterme un un bueno homenaje para celebrar lo bien que ha terminado ese día. Mientras ceno, desde la otra mesa, me reconocen unos peregrinos a quienes yo no reconozco que me dicen que habíamos coincidido en la plaza de Los Arcos en Navarra y juntos acabamos de tertulia un buen rato hasta que nos despedimos y me vuelvo para el albergue.

Ya en la cama momento de hacer balance del día y recordar como ayer estuve a punto de claudicar y volverme a casa y como hoy no me rendido y he hecho una de las etapas más épicas de mi vida.



DIA 8. TRIACASTELA - SARRIA (18 Km)

Cartel Motivador
Arranca un nuevo día en este templo del buen comer y después de desayunar me pongo en marcha haciendo una parada en la misma salida del pueblo donde un cartel muy motivador me recuerda el día de ayer. Desde aquí hay dos opciones para llegar a Sarria. Una subiendo hasta San Xil siendo más corto pero con mayor desnivel y la otra más larga y paralela a la carretera cruzando Samos, donde según me contaron después debía haber un Monasterio digno de ver.


Opto por ir por San Xil ya que me parece que es más monte y al poco empiezo a ascender por unas rampas que parecían mas suaves en el gps. Al llegar arriba el camino continua por una carretera desde la que se tienen unas vistas increíbles, el día es azul y todo hace parecer que va a ser otro gran día .... ERROR!!

Máquina perdida

Empiezan las bajadas divertidas y en una especie de merendero en medio de la nada me encuentro con la maquina de cocacola en funcionamiento más solitaria que he visto en mi vida, que me recuerda a la losa que aparece en la película de 2001 odisea en el espacio.

Cuando llego al asfalto noto que mi rueda trasera oscila como si estuviera suelta, paro a comprobarlo y veo que esta bien anclada pero el piñón se mueve. Como no tengo herramientas para repararlo aprieto como puedo un poco los conos del eje trasero, ya que recordaba no haberlos apretado muy bien la ultima vez que le hice el mantenimiento y vuelvo a montar la rueda, pero al arrancar no me doy cuenta que la cadena esta mal engranada y al dar la primera pedalada la retuerzo con ganas. Intento continuar pero a los pocos metros tengo que parar de nuevo ya que con cada pedalada la cadena hace amago de salirse, compruebo que la cadena tiene un eslabón totalmente machacado por lo que vuelta a sacar las herramientas y a cortar la cadena para quitar ese eslabón. Una vez solucionado vuelvo a la marcha e intento continuar con mi descenso pero al poco vuelvo a notar algo raro, llevo la rueda de atrás pinchada. Otra vez a parar, por suerte esta vez sólo he perdido aire ya que la cámara trasera lleva gel anti-pinchazos y ha taponado ya el agujero, por lo que muy mosqueado la vuelvo a inflar y me pongo en marcha de nuevo. A los pocos metros la bici empieza de nuevo a hacer cosas raras, el eje trasero me da problemas y son tan graves ya que la rueda oscila de un lado a otro pegando hasta en el cuadro. Una vez más paro y veo que aquello ya no tiene solución sin herramientas especificas por lo que me resigno y poco a poco continuo bajando hacia la civilización, por suerte esta ya menos de 3 km y el sendero que baja hasta el pueblo es muy fácil.

Entro en Sarria con la rueda dando tumbos y pensando en la suerte que tenido de que se me haya roto la rueda a pocos km del pueblo más grande que hay antes de Santiago, pero por desgracia hoy es Domingo y seguro que me voy a encontrar todo cerrado. Me acerco a la oficina de Información y Turismo donde paro a preguntar por los talleres de bici  y me indica dónde están pero me confirma que estarán cerrados hasta mañana lunes.

Bicicletas Dos Ruedas
Aun así pruebo a llamar al teléfono del taller que aparecía en la guía de Bicigrino por si tenían un servicio de emergencias o algo así al estar en el camino y cual es mi sorpresa que alguien me coge el teléfono. Le cuento mi historia y cuando termino me pregunta que a dónde estaba llamando, le digo que a la tienda de bicis Dos Ruedas y me dice que me había equivocado que ese era el numero de información ciudadana de Sarria. Pero en vez de colgarme el operador me dice que esperase un momento que él iba a llamar a la tienda y si estaban me pasaba. Intenta llamar pero no cogen el teléfono, obviamente esta cerrado. Le doy las gracias pero aun así el chico que esta al otro lado me dice que el no tiene herramientas pero que tiene un amigo que podría tenerlas, que se iba a poner en contacto con el y que me llamaba al móvil. Yo sorprendido le doy las gracias. Aun así me acerco hasta el taller por si veo un numero de emergencias o algo así, pero no veo nada y me quedo pegado al cristal del escaparate viendo la solución a un palmo de mis narices pero sin poder hacer nada.

Empiezo a deambular por las calles de Sarria intentando buscar una solución, al rato veo a un ciclista de carretera hablando con una chica y me acerco hasta ellos. Les interrumpo y les cuento lo que me ha pasado y si por casualidad él tendría las herramientas que me hacen falta. Me dice que él no tiene esas herramientas
Neumáticos Boxes Palfer
pero que su cuñado tiene un taller de montaje de ruedas y tendría herramientas que me podrían valer. Coge el teléfono y le llama, cuesta que coja porque le pilla dormido, ya que parece que ayer hubo fiesta y aún estaba en la cama, le cuenta la historia y le dice que ahora bajaba. Mientras baja, no recuerdo bien como empezamos a hablar con la pareja de motos ya que ellos también eran moteros y así hablando hablando llega el cuñado. La chica se despide de nosotros y nos dirigimos los tres al taller, donde intentamos desmontar el buje trasero con las herramientas que tiene. No son las más adecuadas pero con maña conseguimos abrirlo y lo que veo dentro no puede ser peor, esta destrozado y no tiene solución, la única es un buje nuevo. Así que volvemos a montarlo y me resigno a pasar el día allí esperando a comprar una rueda al día siguiente a primera hora en la tienda de bicis.

Mientras me guían hasta la rua Mayor en busca de albergue  me cuentan que por esas calles tan empinadas se suele realizar un descenso urbano de mountain bike muy espectacular y es entonces cuando caigo de porqué me sonaba el nombre de este pueblo, ya que escasamente hace un par de semanas había visto algunos vídeos por youtube.

            

Llego hasta el Albergue Mayor que tiene buena pinta y no hay problemas de plazas, así que me despido de ellos agradeciéndoles todo lo que habían hecho y me inscribo. Después de una buena ducha y de dejar la ropa en la lavadora,  salgo a dar un paseo a conocer el pueblo.

Rua Mayor
Albergue Rua Mayor
Rua Mayor de noche

Mientras paseo por la Rua Mayor recibo una llamada en el móvil del chico del servicio de información que me dice que ha hablado con su amigo pero que no tenia las herramientas necesarias. Le doy las gracias de todas maneras y le digo que ya no importa que la avería no tiene solución salvo cambiar la pieza y que voy a esperar al día siguiente para ir a la tienda. Entonces me informa de las actividades hay ese domingo en Sarria y que podría aprovechar para ir a comer al bar de las piscinas donde ese día debía haber una fiesta estilo pintxo-pote. Le vuelvo a dar las gracias por todo y me dirijo para allí, pero cuando llego allí no hay fiesta, ni pintxo-pote ni nada y el restaurante de las piscinas bastante caro, así que de vuelta al pueblo.
Malecón de Sarria

Buscando un sitio para comer por el Malecón me vuelvo a encontrar con la chica y el cuñado comiendo con la familia, les saludo y les pongo al día de como acabó la historia. Después de comer más paseos viendo las calles por donde se realiza el descenso urbano.

La verdad que hasta ahora pocas caras conocidas ya que después de la maratón de ayer parece que me he adelantado al grupo de bicigrios y no veo a nadie conocido. Hasta que ya a la tarde noche empiezan a aparecer algunos y me encuentro con Juan el Valenciano con el que acabo tomando unas cañas y cenando.



DIA 9. SARRIA - MELIDE (64 Km)

Empieza un nuevo día y si de por si no he tenido muchas prisas en levantarme estos días hoy menos, ya que hasta las diez de la mañana no me abren la tienda. Mientras recojo mis cosas, me doy cuenta que mi teléfono no ha cargado la batería por la noche así que hago unas pruebas y compruebo que efectivamente no carga. Por lo que me encuentro con media batería y la segunda que llevo de recambio gastada completamente. Así que después de llamar al trabajo para avisar que me cogía unos días libres para terminar esta aventura decido apagarlo y dejarlo ya sólo para emergencias.

Mientras vuelvo de desayunar coincido con la pareja catalana a los que ayer no ví y nos ponemos al día de nuestras aventuras, ellos inician la marcha y yo me voy para el albergue de nuevo. Allí coincido con los dos últimos bicigrinos que salen, dos amigos de Leon que no paran de reírse y hacerse fotos, les ayudo a sacarse unas fotos y después de un rato de risas emprenden su camino quedándome yo en el salón del albergue viendo las noticias y enterándome que ha pasado por el mundo esta ultima semana..

Un poco antes de la hora bajo a  Bicicletas Dos Ruedas con idea de estar en cuanto abra, pero cuando llego allí ya hay más de media docena de personas. Ahí empezamos a charlar y a contar nuestras penas y echar unas risas, sobre todo escuchándole a uno que decía que como le chirriaban las pastillas las había quitado y había seguido sin ellas Ole! Ole! y Oleee!!

Abre la tienda y el dueño, un tío no muy simpático todo hay que decirlo, allí mismo en la calle nos pregunta a todos que tenemos y nos da el orden por el que nos va a atender en función de la avería que tenemos. Ni nos deja entrar en la tienda mientras esperamos, así que allí nos quedamos esperando nuestro turno con el frío que hacia esa mañana. Cuando me toca a mi, me confirma lo que ya sabia y me dice que rueda nueva, como  estoy de acuerdo ya que cambiar el buje solamente se tardaría mucho más y la mano de obra saldría bastante más cara que un rueda nueva pues le doy el ok y en al rato me devuelve la bici con la rueda nueva.

Monto mis alforjas y salgo raudo y veloz de allí sobre las 11.30 a recuperar las horas perdidas, al salir de Sarria ya empiezan los caminos ascendentes con buenas rampas, pero gracias a el descanso de ayer y las ganas que llevo subo sin problemas hasta que llego a un espectacular árbol repleto de papeles donde los peregrinos han ido escribiendo todo tipo de versos y aprovecho para parar a hacerme alguna fotillo y comer algo. Como no tengo ni papel ni boli, se me ocurre coger una monedita y plantarla tan alto como puedo. Y así aligerado de peso me pongo en marcha de nuevo continuando por entre los bosques y pueblos de Lugo hasta que llego a la bajada que lleva a Portomarin. Momento en el que mi freno delantero empieza de nuevo a sonar mucho, desde antes de Estella había estado formal y no me había vuelto a dar la lata pero parece que eso se acabó, aún así continuo cuesta abajo hasta llegar al puente que cruza el embalse de Belesar

Arbol de los deseos
            
100 Km para Santiago
Las vistas desde el puente son espectaculares, de las mejores de todo el camino y me quedo literalmente con la boca abierta. Cruzo el puente y frente a las antiguas escaleras que suben al pueblo paro de nuevo a echar un ojo al problema de los frenos. Por lo que veo es que ya se han desgastado completamente así que saco el juego de pastillas que compré en Estella y arreglado. Al final el apaño que hice allá por Navarra sirvió y casi para llegar casi hasta Santiago.

Embalse de Belesar
            
Escalinatas de Portomarin
Reanudo la marcha y subo hacia Portomarin donde parece que estan de fiesta, hay mucha gente por las calles y hasta una banda de música en la plaza. Allí me encuentro con la pareja de catalanes y con Raúl, juntos sellamos nuestras acreditaciones y la pareja catalana nos dice que ellos se quedan ya allí, ya que tenían el vuelo de vuelta a Barcelona el sábado siguiente e iban a ralentizar la marcha. Por lo que ya nos despedimos definitivamente. Manda huevos después de haberles visto a diario desde la fuente del vino, dormir en los mismos albergues y adelantarnos varias veces al día no sabía sus nombres por lo que nos presentamos y nos despedimos a la vez deseándonos buen camino.

Raúl y  yo continuamos juntos y de charleta desde Portomarin, de esa manera se hace más llevadero el rompepiernas en el que se había convertido el camino. Después de cruzar unos cuantos pueblitos llegamos a Palas de Rei donde decidimos hacer una parada para llenar nuestros botellines y sellar nuestras acreditaciónes en la pequeña parroquia de San Tirso.

Raúl
            
anda! si soy yo!
Allí en la sacristía encontramos al encargado que esta atendiendo a otros peregrinos y observamos como mientras le sella les va preguntando de dónde vienen y les pide un donativo descaradamente. Cuando llega nuestro turno Raúl le dice que viene de Madrid y yo de Amorebieta en Bizkaia, cuando escucha esto me empieza a contar que el conocía a uno de allí y haber si le conocía, cuando le pregunto por quién, me dice que era el tal Ignacio López Arriortua popularmente conocido como Superlopez, cuando le digo que ya sabia quién era, aunque más bien por la prensa que por verle por el pueblo, el hombre me coge del hombro todo eufórico y nos suelta una retahíla de batallitas de cuando trabajó con el, que si tal el Ignacio le tenia mucho aprecio ya que él era un gran soldador y tal y tal. No había manera de que parase, por suerte entraron un grupo de chicas a sellar su acreditación y en ese momento de despiste salimos huyendo de allí sin mirar atrás.

Pulperia Ezequiel
            
Pulpo rico rico
Continuamos por el camino rompepiernas hasta llegar a Melide donde al entrar al pueblo veo un taller de bicis y aprovecho para entrar a que me enderecen un poco el disco de freno delantero que iba rozando. Mientras tanto Raúl se adelanta a buscar un albergue y quedamos en que le buscaba en cuanto me lo hiciesen. Cuando salgo de allí voy hasta el albergue que íbamos y no le veo, voy hacia el otro y tampoco. Así que decido volver a la tienda para que me viniese a buscar cuando me echase en falta, cuando estoy llegando veo su bici en la puerta de la famosa Pulperia Ezequiel. Así que abandono mi bici también en la puerta del establecimiento y entro. Allí le encuentro charlando animadamente con Tatiana. una  catalana que estaba haciendo parte de el camino a pie y que nos cuenta una curiosa historia con final feliz que le había sucedido en el transcurso del camino. Después de un rato de charla, ella retoma su marcha continuando el camino y nosotros nos tomamos unas cervecitas reponedoras.

Albergue Pereiro

Cuando salimos las bicis siguen ahí, las cogemos y vamos hacia el albergue Pereiro. Nos inscribimos y después de una buena ducha salimos a dar una vuelta y cenar. Antes de nada hacemos una parada en la farmacia para comprarnos algo para la tos ya que ambos no parábamos de toser y por las noches empezaba a ser una tortura. Allí mismo en la misma farmacia abrimos los sobres y nos metimos un par de dosis. Nos dirigimos de nuevo hasta la Pulperia Ezequiel donde nos metemos un buen homenaje a base de Pulpo con cachelos y alvariño. Terminando de cenar se nos acercan los dos bicigrinos de León que había conocido a la mañana sacando fotos en el albergue de Sarria y empezamos a contar batallitas hasta que ya empezamos a bostezar y decidimos volver a los albergues a descansar.



DIA 10. MELIDE - SANTIAGO DE COMPOSTELA (54 Km)

Comienza el ultimo día, cuando me despierto para variar no queda nadie en la habitación. Me levanto cuando entra Raúl que viene ya desayunado y nos ponemos con el ritual de preparar las alforjas. La verdad que yo soy lento pero el amigo me gana de calle como he podido ir comprobando día tras día viendo que su bici siempre era la ultima en salir del albergue, así que me comenta que me vaya adelantando, cojo mis cosas y salgo a desayunar.

Después de un buen desayuno continuo el camino que sigue siendo un continuo rompepiernas pero gracias a
Los Leoneses
la energía que da saber que ese día acabaré en Santiago se lleva mucho mejor. Antes de llegar a Arzua alcanzo a los dos Leoneses que para no variar se estaban sacándo fotos. Continuamos un rato juntos, con estos dos las risas están aseguradas  pero cada dos por tres se están parando para sacar fotos y en las bajadas se quedan muy atrás. Por lo que después de una bajada al al ver que no me alcanzan opto por seguir  de nuevo a mi aire.

Sonriendo oliendo el triunfo
A medida que me voy acercando a Santiago noto que en mi cara se dibuja un sonrisa que ni las duras rampas consiguen borrar. Ya estoy ansioso por llegar al Monte de gozo y poder ver la ciudad a mis pies, pero ese momento no llega, sólo otro alto y otra bajada. Hasta a tan sólo 5 Km escasos de llegar mi destino a aparece el famoso monumento. Hago una parada en la ermita para sellar por penúltima vez mi acreditación y comprar un refresco bien fresquito antes de acercarme el monumento a hacer un ultimo descanso y disfrutar del momento de ver Santiago a mis pies.

Ultimo Sello
Monte Do Gozo
Bajo el Monumento
Después del descanso y ver que no se ve mucho Santiago desde allí, unas fotos de recuerdo y dejo atrás Monte do Gozo para descender rápidamente hasta  Santiago cruzando la periferia hasta acercarme al centro antiguo con sus calles adoquinadas. En cuanto empiezo a ver ya las torres de la catedral de Santiago y a 800 metros escasos de la plaza de Obradoiro noto que he pinchado la rueda.

Me tomo con humor el tener una avería a escasos metros del final, así que me bajo de la bici y meto presión a la rueda. La dejo más o menos hinchada y continuo pero a los doscientos metros tengo que volver a parar, la rueda ha perdido de nuevo toda la presión. Ya no me hace tanta gracia y refunfuñando vuelvo a hinchar la rueda para continuar, pero de nuevo, se deshincha rápidamente. Parece que el liquido no puede sellar el pinchazo y me empiezo a desesperar. Con las ganas que tengo por llegar ya me da igual,  no me lo pienso dos veces y continuo con la rueda totalmente deshinchada. La gente por la calle empieza a mirarme raro y avisarme de que iba pinchado, pero yo todo loco para adelante. Así sigo hasta que llego a escasos 100 m de la plaza Obradoiro y ya me es imposible continuar, la cubierta se ha salido completamente de la llanta y la cámara empieza a sangrar liquido verde. Ya no es momento de cambiar la cámara, quiero llegar ya, así que empiezo a empujar la bici y descender la escalinatas que dan acceso a la plaza mientras un gaitero toca su música. Por fin entro en la plaza cuando mi rueda trasera se bloquea completamente, la cámara se ha enroscado en el disco de freno y ya no rueda. Pero he dicho que no voy a parar y arrastro literalmente la bici con su pesada carga hasta el centro de la plaza. Llegueeeeeee!!!

Pedaleando sobre la bici
Empujando la bici
Arrastrando la bici
Tiro la bici al suelo y mientras voy quitándome guantes, casco y dejándolo todo esparcido por el suelo veo a mi alrededor a otros peregrinos que acaban de llegar como yo y que están tirados por el suelo. Ya sentado yo también en medio de la plaza voy relajándome y asimilando que el objetivo ya esta conseguido. Empiezo a disfrutar del momento observando la catedral mientras por mi cabeza empieza a pasar un y ahora qué? Llevo diez días pensando en llegar hasta aquí y ahora que ya he llegado no sé qué hacer. Como en un principio no tenia pensado llegar hasta aquí no tenia organizado qué hacer cuando llegará ni tampoco la vuelta.

Lo conseguí!!!
            
Disfrutando del Triunfo
Después de un rato allí tirado me pongo en pie de nuevo y arrastro la bici hasta los soportales que hay en frente de la catedral buscando una sombra para arreglar mi rueda trasera. Desmonto la rueda y veo el jodido pincho que ha echo que después de rodar casi 800 Km para llegar hasta aquí haya tenido que terminar mi camino andando. Mientras reparo la rueda veo que entra Raúl en la plaza y le pego un grito, se acerca hasta mi y fundimos nuestras manos en señal de triunfo.

Menudo pincho!!
Reparando rueda
Raúl completando
Después de arreglar la rueda, nos sacamos unas fotos juntos y nos acercamos a la catedral. Allí que volvemos a abandonar las bicis en la entrada de la catedral para hacer una visita a la catedral y al santo. Como hay mucha cola para dar el tradicional abrazo al santo decidimos volver más tarde. Salimos de allí para dirigimos a la oficina del peregrino a sellar por ultima vez nuestra credencial y recoger la Compostela que acredita que hemos culminado con éxito nuestra peregrinación.

Plaza Obradoiro
Raúl y yo
Ibiltari en Obradoiro
Una vez conseguida la Compostela volvemos a abandonar allí mismo otra vez las bicis y nos vamos en busca de información de cómo volver a nuestras casas. Pasamos por la oficina de información donde en un mapa nos marcan albergues y las oficinas de Renfe, nos acercamos hasta la oficina de esta úlitma y después de informarnos ni a uno ni a otro nos convence la idea de volver en Tren. Yo debería esperar a mañana temprano a coger un tren hasta Ourense, para luego coger otro que me llevaría hasta Vitoria. Así que descarto la posibilidad de volver en tren. Volvemos de nuevo hasta las oficina del peregrino donde habíamos dejados las bicis y estaba el punto de información y taquilla de los autobuses Alsa.

Sellos de la credencial
Compostela
Sellos de la credencial
Cuando llegamos allí y mientras esperamos a que abran nos encontramos con Alex, un chico de un pueblito de cataluña que con tan sólo 15 años se había hecho el camino en solitario, con él ya había coincidido ayer en la puerta de la tienda de bicis de Sarria y resultaba que llevaba atado a su equipaje la rueda que yo había desechado allí. Le pregunto si le habían cobrado algo por ella y me dice no, que se la pidió al de la tienda y que algo aprovecharía de ella. Ahí estamos un rato de charla hasta que abren la taquilla de Alsa y nos acercamos a informarnos.

Me dan dos posibilidades una la de esperar a mañana a un autobús tempranero donde podría meter la bici embalada en film de plástico, por  lo que tendría que hacer una noche más aquí y viajar al día siguiente todo el día hasta Bilbao para luego a la tarde noche tener que volver a casa pedaleando, cosa que ya no me apetecía nada de nada. Y una segunda opción más interesante que era coger una autobús esa misma noche y estar por la mañana en casa mandando la bici con las alforjas y todo por mensajería desde la misma estación de autobuses para recibirla cómodamente en mi casa en un par de días. Obviamente cojo esta segunda opción, y como yo Raúl y Alex hacen lo mismo.

Albergue Seminario Menor
Con los billetes en la mano decidimos buscar un albergue donde poder ducharnos y cambiarnos para ponernos la ropa con la que volver a casa. Nos dicen que en el Albergue Seminario Menor por 3 € podemos hacerlo y allí nos dirigimos. Nos recibe la mismísima Eva del pecado con un vestidito rojo que casi nos hace perder la expiación de todos nuestros pecados que acabábamos de conseguir. Después de ducharnos y prepararnos para la vuelta salimos de allí antes de que Eva nos convenza para quedarnos a hacer carrera en el seminario dirigiendonos hasta la estación de autobuses para dejar nuestras bicis.

Santiago al fondo
Catedral por dentro
Restos del Santo
En la misma taquilla de Alsa entregamos nuestras bicis con las alforjas. Ya liberados de toda carga nos dirigimos de nuevo a la Catedral donde esta vez si que conseguimos visitar al santo sin tener que hacer colas para darle el tradicional abrazo. Mientras  nos damos una vuelta por los aledaños de la catedral buscando un sitio donde tomar algo nos encontramos en unta terraza con  Juan el valenciano, nos ponemos al día de las ultimas etapas y nos despedimos hasta otra ocasión. Siguiendo con el paseo decidimos cenar algo ya que el autobús de Raúl salia pronto así que le damos a elegir al benjamín del grupo el tipo de comida, nos dice que tiene antojo de pizza por lo que buscamos una pizzeria y cenamos los tres.

Cenando victoriosos
Tras cenar el amigo Raúl se despide de nosotros y se dirige ya hacia su autobús. Alex y yo aún tenemos tiempo para vagabundear  un rato más por allí ya que mi bus salia a las once de la noche y el suyo a las 6 de la mañana. Poco a poco nos vamos acercándonos hasta la estación de autobuses y ya allí mientras yo espero la hora de mi bus Alex busca un enchufe desesperadamente donde cargar su móvil para que se le hiciese más amena la espera hasta la salida del suyo. Llega  mi hora y me despido de Alex y de Santiago hasta otra ocasión.

Alex cargando el móvil
            
Suspirando por una maquinilla
Una vez en el bus compruebo que es un bus normal y corriente, no tan cómodo como los habituales que hacen los viajes directos hasta destino. Intento dormir un poco, pero al cabo de un rato me doy cuenta que efectivamente ese bus no era tan directo como yo le había entendido al que me vendió el billete, me dijo que sólo paraba una vez a descansar, por lo que interprete que era directo. ¡¡¡Error!!! el maldito autobús paraba cada dos por tres recogiendo y dejando gente por lo que apenas pego ojo en toda la noche.

A las nueve de la mañana llego a Termibus en Bilbao, cojo el metro y luego un tren hasta Usansolo donde hago una visita a mis padres y recojo las llaves de mi coche que el amigo Juanan me había dejado allí. Cuando intento arrancar el coche ¡ohh sorpresa! el coche no arrancaba, la batería había muerto y al final tienen que venir a buscarme con unas pinzas para poder arrancarlo. Poco después llego al fin a mi casa, hogar dulce hogar. Hora de descansar, digerir lo conseguido y soñar con la próxima aventura.



13 comentarios :

  1. Me encanta el reportaje. No se como lo haces para acordarte de todo.
    Que cabeza tieeene mi niño!!

    ResponderEliminar
  2. Realmente documentado, seguro que sirve de inspiración a otras personas que se animen.

    ResponderEliminar
  3. gran relato y reportaje grafico!!
    muchas gracias por toda la info, sera de ayuda para mi proximo camino!!!

    ResponderEliminar
  4. Me en canta tu actitud positiva en el video tan necesaria en salidas largas o por etapas

    ResponderEliminar
  5. Me gustaría podé hablar contigo sobre el camino

    ResponderEliminar
  6. excelente crónica, muchas gracias. ya he hecho el camino desde astorga y ahora toca hacerlo entero .... aunque tus rutas son demasiado largas para mí. me guardo tu crónica como 'road book'.

    gracias.

    ResponderEliminar
  7. HOLA JAVIER

    Gracias por compartir tus experiencias

    quisiera poder contactarte a tu email en lo posible, somos un grupo de amigo de MTB de Colombia y decidimos realizar en septiembre el camino del peregrino, mi email es reyesbustamanteandres@gmail.com ojala me puedas escribir para tener contacto contigo.
    Gracias mil.

    Andres Bustamante Reyes
    Villavicencio - Colombia.

    ResponderEliminar
  8. Hola,
    Voy hacer el camino de Santiago siguiendo el recorido que tu has realizado. Queria preguntar si en los albergues que indicas en tu blog la bicicleta la podias guardar en un sitio cerrado o al aire libre. Voy con una biciclet rígida de carbono y quiero asegurarme donde guardar la bici en la noche.
    Gracias por tu respuesta.
    Saludos,
    Jordi

    ResponderEliminar

  9. It's an remarkable paragraph in support of all the internet viewers; they will take advantage from it I am sure. yahoo mail sign in

    ResponderEliminar
  10. He leído tu experiencia y me ha encantado!! Estamos a 3 días de empezar nuestra aventura desde Roncesvalles hasta Santiago como tú hiciste. Son mil dudas las que te preguntas cuando tienes que hacer un camino tan largo y con tan poco equipaje. Pero gracias a tu relato nos hacemos una idea de lo que es más necesario para hacer el camino. Muchísimas gracias por contarnos tu experiencia! Un saludo!

    ResponderEliminar
  11. Para el Camino de Santiago, la elección de ropa deportiva adecuada es esencial. La comodidad y funcionalidad son clave para enfrentar los desafíos del camino, garantizando una experiencia más gratificante y segura.

    ResponderEliminar