viernes, 9 de enero de 2015

Las Bardenas Reales de Navarra



Después de tantos días grises con frío y heladas apetecía rodar con un poco de sol y calor, tras estudiar el mapa del tiempo, las mejores temperaturas las íbamos a encontrar por Las Bardenas, así que cargamos las bicis y a la carretera.

En el P.N. de las Bardenas Reales existen 9 recorridos de BTT señalizados que podemos consultar con detalle en la fantástica página de misescapadaspornavarra.com, desde donde podremos también descargarnos el mapa y los tracks. A pesar de que ya nos llevamos algunos tracks de la zona, nos presentamos en el centro de información para recoger información de primera mano, ya que en el parque natural hay zonas por las que esta prohibido el transito, bien porque es zona militar donde hacen practicas de tiro los cazabombarderos del ejercito del aire, o bien porque hay especies protegidas en periodo reproductor que podríamos asustar. Tiene huevos que los cazas no los asusten ... 

Así que después de informarnos de los recorridos decidimos seguir el 3 (Vuelta al polígono) y el 5 (La nasa plana de Sagasti) enlazándolos por el 9 (Gran Bardena) que recorre de norte a sur toda la bardena.

Arrancamos rumbo al polígono hasta llegar frente a la puerta del cuartel donde giramos a la derecha para seguir por la pista (3) que lo bordea, hasta que llegamos al cruce que coge el camino de la Gran Bardena (9). Por él continuamos unos kilómetros ascendiendo suavemente hasta llegar al cruce con el de la Nasa plana de Sagasti (5) por el que continuamos.


Al poco de empezar este tramo nos encontramos a un anciano lugareño atascado con su furgoneta que haciendo caso omiso a su hijo de que se fuera para casa tranquilamente, se había subido a un montículo y se había quedado con las ruedas en el aire. Así que hicimos la buena obra del día ayudándole a sacar la furgoneta de allí y tras el agradecimiento del lugareño en un idioma un tanto ininteligible continuamos nuestro camino hasta llegar a la carretera general NA-125 que une Tudela con Valareña.


Como hasta entonces no nos estaba gustando mucho el recorrido, ya que eran casi todo el rato pistas anchas, decidimos que no íbamos a completar el 5 y atajaríamos por el sendero que recorre paralelo a la carretera hasta donde retornan los caminos 5 y 9. Así que iniciamos la vuelta para dirigirnos de nuevo hasta la vuelta del polígono mientras observamos que pese a la buena temperatura que llevamos todas las lagunas y riachuelos siguen congelados.


A mi compañera de aventura le empieza a pasar factura el catarrazo que arrastra y los días fiesta navideña, y ni comiendo se le pasa el pajarón, por lo que cuando llegamos de nuevo al cruce del polígono decidimos que ella se volvía y que yo continuaba el recorrido.

Ya sólo continuo dándole la vuelta al aburrido polígono hasta llegar a un cruce que se interna por un barranco por el que veo muchas rodadas, casualmente es uno de los que llevo descargados en el gps así que decido adentrarme y desviarme un poco de la ruta. El camino por fin se transforma en puro BTT con senderos técnicos y un paisaje alucinante.

Continuando el camino llego hasta el cruce donde se coge el sendero que sube hasta el Rallón y como no hay ninguna señalización de prohibido y veo un grupo de gente arriba, me decido a hacer cumbre. Desde arriba las vistas son espectaculares y más a esas horas que empieza a estar el sol bajo y toda la tierra que se ve alrededor se vuelve más rojiza.

Vuelvo a la carga bajando de nuevo hasta el camino para continuar por el fondo del barranco. Saliendo de el y cruzando unos campos de cultivo llegamos hasta uno de los tramos míticos de estos parajes el paso de los ciervos, un osado e increíble descenso por una arista de tierra que nos dejara en un laberinto de pequeñas colinas erosionadas que nos llevarán hasta la pista se dirige al Pisquerra (3 y 9).

Allí me estaba esperando mi compi, que se habia acercado con el coche bebidas fresquitas. Tras el pequeño avituallamiento vuelvo a arrancar a buen ritmo por la pista pero en ese momento aparece el temido Cierzo de frente y no puedo rodar tan rápido como quisiera, De nuevo mi compañera de aventuras vuelve al rescate con el coche y me pongo su  rueda durante unos kilómetros hasta llegar cerca de otro de los puntos más emblemáticos de las bardenas el Cabezo de Castildetierra.


Llego hasta este emblema de las bardenas reales  y después de sacarme una de las fotos frente a él y tras un pequeño descanso pongo rumbo finalmente hasta el inicio de la ruta en el Centro de Información para completar la vuelta.


Últimos kilómetros para disfrutar del paisaje de tierras gastadas y rojizas mientras sale una luna llena que hace que la estampa sea memorable. Al final la vuelta si que mereció la pena y seguro que volveré por aquí.

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