Mostrando entradas con la etiqueta Cantabria. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cantabria. Mostrar todas las entradas

domingo, 28 de febrero de 2016

El Tunel de la Engaña


Iniciamos nuestro recorrido desde Espinosa de los Monteros siguiendo uno de los caminos de santiago menos conocidos, el "olvidado". Un camino que recorre la vertiente sur de la cordillera cantábrica desde Bilbao hasta Villafranca del Bierzo en Leon y que según cuentan fue recorrido en otro tiempo por legiones romanas, sarracenos y cristianos en sus conquistas y reconquistas. Al mismo tiempo era utilizado para el tráfico de mercaderías y vía de peregrinación hasta Liebana, Oviedo y Santiago de Compostela.

Saliendo del pueblo por el paseo de la castellana llegamos hasta la altura de la torre medieval de los Velasco del s. XIV donde empezamos a calentar las piernas con las duras rampas de un camino asfaltado que nos llevó hasta el barrio de Santa Olalla. Al poco de pasarlo encontramos un camino empedrado que nos condujo por un robledal hasta Para, desde donde el camino continua pasando por Redondo hasta llegar a Quintanilla del Rebollar.

Cruzamos Quintanilla del Rebollar admirando sus casonas palaciegas y la espectacular fuente abrevadero, construcción del siglo XIX, hasta llegar a las antiguas escuelas donde hoy en día está situado el Centro de Interpretación del Espacio Natural de Ojo Güareña. Allí hicimos una pequeña parada y recogimos información de rutas que que se pueden hacer por los alrededores.

Dejando atrás el centro y pasando junto al tronco seco de un gran roble nos introducimos por un robledal hasta coger la Senda del Valle, donde  nos encontramos junto al camino una bonita pasarela de madera que cruzaba las vías del tren hasta una pequeña zona de recreo.

Volviendo atrás continuamos serpentenado por el sendero casi oculto por las hojarasca, y vamos subiendo y bajando pequeñas vaguadas cruzando sus arroyos por pequeños y resbaladizos puentes de madera hasta llegar a un camino donde cruzamos la vía y seguidamente por carretera llegamos hasta Quisicedo.


Salimos del pueblo pasando junto a un castaño centenario para adentramos de nuevo en el bosque y seguir la pista hasta un alto donde pudimos ver un cartel que nos indicaba que a 200m. se encontraba la Necrópolis de San Felix con sus sepulturas antropomorfas, pero esta vez pasamos de largo y continuamos descendiendo hasta llegar a Vallejo de Sotoscueva donde nos despistamos y preguntamos lugareño por donde continuaba el camino, este no tenia mucha idea, pero su señora madre que nos escuchó nos indico con todo lujo de detalles por donde seguía el camino,  con sus iglesias, ermitas y cementerios.

Tanto desde aquí como desde el pueblo anterior Quisicedo podríamos haber aprovechado para  desviarnos hasta el conjunto Karstico de Ojo Guareña y su cueva de San Bernabé, a un paso y sin duda de merecida visita, pero como lo acabábamos de visitar en una salida reciente pasamos de acercarnos.


Llegamos a Entrambosrios, un bonito pueblo atravesado por un arroyo que cruzamos por uno de sus puentes hasta ascender a una zona de ganado con perros atados, donde cruzando la barrera continuamos con el ascenso del camino del Collado, al principio sin problemas, pero a medida que avanzamos el camino se fue haciendo más y más trialero hasta convertirse en una senda casi cerrada que nos hizo echar pie a tierra durante unos cientos de metros, finalmente el camino se volvió a abrir y llegamos hasta la cruz del alto de la Varga.


Un descanso para disfrutar de las vistas junto a un antiguo refugio de montaña mientras observamos la bajada del llamado "Camino de San Román" una antigua calzada que nos hubiese llevado directamente hasta la entrada sur del túnel, pero como nosotros queríamos recorrer también la vía verde que lleva hasta él optamos por coger la pista de la izquierda que tras unas subidas y bajadas nos llevó hasta San Martín de Porres donde nos encontramos con la vía verde ya.


Como era hora de un buen avituallamiento continuamos hasta Pedrosa de Valdeporres donde hicimos un alto en el bar del pueblo para coger fuerzas antes de empezar con la autentica aventura del día, cruzar el túnel de la Engaña.

Volvimos de nuevo hasta la vía verde y recorriendola  llegamos hasta las estación del lado sur del túnel, donde aun se conversan en ruinas algunos edificios como los barracones y la iglesia que utilizaron aquellos trabajadores, muchos de ellos presos republicanos, que trabajaron y murieron para construir este túnel y que finalmente nunca llegó a utilizarse.


Tras recorrer las ruinas de los barracones y la estación, preparamos nuestras luces para adentrarnos en los casi 7 km de túnel que atraviesan la montaña para terminar saliendo por el valle del Pas en Cantabria.


Este lado del túnel se encuentra inundado en sus primeros cientos de metros y hay que ir por el pequeño anden del lado derecho empujando la bici sino queremos mojarnos.Tras dejar atrás el agua el túnel se puede recorrer sin problemas y esta en muy buen estado hasta que llegamos al km 4,5, donde hace unos años hubo un gran desprendimiento que tapó prácticamente la totalidad del túnel en ese punto. Pero no supone un gran problema ya que echando pie a tierra y empujando las bicis se puede sortear sin ningún problema, sólo teniendo un poco de cuidado al descender por el otro lado ya que hay mucha piedra suelta y puede resbalar un poco.


Salvado el obstáculo continuamos recorriendo el túnel observando ya lo lejos la salida, donde en sus últimos metros nos encontramos que había unas grandes filtraciones de agua que hacían que las paredes chorreasen y lloviese desde el techo. Finalmente eufóricos llegamos a la salida encontrándonos con un paisaje tan verde y casi exótico, que nada tenia que ver con el del otro lado del túnel.

Tras las fotos de rigor continuamos hasta las ruinas de los barracones del lado norte, un edificio que parece sacado de una película de miedo y que se puede recorrer sin problemas imaginando el hacinamiento y las duras condiciones de trabajo que tuvieron que padecer aquellos antiguos trabajadores. Al menos desde sus ventanas pudieron disfrutar de unas increíbles vistas al valle.


Dejando atrás los pabellones continuamos por donde deberían haber ido las vías cruzando varios pequeños túneles hasta llegar a las estación del lado norte, donde hicimos una pequeña parada para comer y coger fuerzas para comenzar con la vuelta ascendiendo el duro puerto de Estacas de Trueba.


Empezamos la subida de 10 km por carretera disfrutando de la vistas del valle y de las espectaculares torrenteras que caen desde los altos hasta llegar a la cima del puerto donde tras la típica foto junto al cartel iniciamos el largo descenso por carretera hasta Barcenas.


Aquí teníamos intención de seguir por un sendero que nos llevaría de vuelta a Espinosa, pero la noche se nos venia encima y pese a que llevábamos luces de sobra optamos por dejarlo para otra ocasión y continuar por carretera hasta llegar de nuevo a Espinosa de los Monteros y finalizar esta aventura.

Un gran recorrido muy completo de autentico mountain bike en su primera parte, aventura en la segunda y terminar con la ascensión a uno de los puertos míticos del ciclismo. Sin duda una gran etapa que repetiremos y que nos ha dejado con ganas de recorrer más y mejor "el olvidado" camino de santiago, que tan buena pinta tiene por lo menos en este tramo.


Powered by Wikiloc
Agradecimientos
Fotos: Mikel, Pakito y yo

lunes, 16 de junio de 2014

Vuelta al embalse del Juncal y sus canales


Una ruta en la que hay espectaculares vistas, senderos revirados,  originales canales y aventura bajo tierra, para acabar terminando en la playa, no es una ruta cualquiera, es un rutón. Esa fue la ruta de la semana pasada, un recorrido para el top ten de las rutas.

Iniciamos la marcha desde el parking de la playa de Las Arenillas en Islares, y por carretera nos acercamos hasta el barrio de El Pontarron de Guriezo, donde tras pasar el puente cogemos la pista y los senderos que nos llevan paralelos al río Agüera hasta llegar a Trebuesto. Allí hacemos una parada a tomar un cafecito en un bar junto a la carretera muy frecuentado por ciclistas.


Tras el tentempié iniciamos la subida por pista hacia el juncal, tras un par de kilómetros cogemos un desvío a la derecha hasta una caseta donde nace la acequia de Mongarrido, y paralelos a ella llegamos hasta un pequeño embalse. Continuamos por el sendero paralelo a la acequia hasta volver de nuevo a la pista por la que subíamos hacia El Juncal.


Un poco más adelante encontramos la última fuente, con un agua fresquista, y en la que conviene recargar bien nuestros botellines ya que no volveremos a encontrar otra hasta que regresemos de nuevo.

Sin darnos cuenta llegamos hasta el embalse del Juncal,  frente a nosotros el paraje del embalse con la ermita de las nieves al fondo es espectacular, tan bonito como el que tenemos detrás de la comarca de Guriezo con el mar al fondo. Así que aprovechamos para hacer un descanso, comer y hacer el indio tirados por el suelo.

            

Tras el descanso, continuamos la marcha bordeando el embalse hasta llegar hasta donde comienza uno de los canales que conectan con el embalse. Este canal es ciclable durante varios kilómetros, apenas tiene agua en esta época del año, aunque la poca que hay es tremendamente resbaladiza y hay que circular con mucha precaución.


Desde este original sendero las vistas son realmente espectaculares, en varias ocasiones atravesamos pequeños túneles y una exclusa, donde no queda más remedio que bajarse de la bici y pasar por debajo. Pero el resto es 100% ciclable.


Llegamos hasta un cruce donde nos salimos del canal . En este cruce a la izquierda podemos ver el túnel por donde regresaremos atravesando la montaña y a la derecha un sendero que será por el que continuaremos ahora para buscar la entrada al túnel al otro lado de la montaña.

            

El sendero estrecho y muy divertido, transcurre paralelo al riachuelo hasta llegar a un cruce donde hay que decidir si seguimos hasta la ermita de la nieves o hacia el Armiñon. Decidimos dejarla ermita para otro ocasión y continuamos por las pistas hasta los pies del Armiñon.

            

Esta ocasión no hacemos cima y continuamos por la pista hasta llegar a un refugio con unas vistas espectaculares. Desde allí rodeados de caballos, vacas y toros iniciamos el descenso hasta volver a encontrar el canal que atraviesa la montaña por un túnel de casi 800 m. por el que deberemos transitar con luces. El túnel esta muy limpio, y se puede ciclar en su mayor parte, el resto pasamos empujando la bici sin problemas.

            

Tras un rato cruzando las tinieblas llegamos hasta la salida del túnel, volviendo a aparecer en el cruce donde nos habíamos parado anteriormente.


Ahora toca volver por donde hemos llegado, así que comenzamos a rodar con menos miedo a resbalar que antes por el canal y en un ratillo hemos vuelto a el embalse del Juncal. Esta vez decidimos rodearlo por el otro lado hasta volver a el inicio de la pista.
 
            

Allí nos lanzamos pista abajo haciendo de nuevo una parada en la fuente, ya que íbamos todos tiesos de agua. Tras el repostaje nos volvemos a tirar pista abajo como locos, con destino el bar de Trebuesto donde habíamos estado a la mañana para comernos unos bocatas y unos cafetes que nos supieron a gloria.

            

Tras la comilona y antes de que la modorra se apoderé de nosotros volvemos por donde habíamos venido a la mañana, hasta llegar de nuevo a Islares. Cuando llegamos aquello esta abarrotado y hacía una calor que invitó a los más valientes a pegarse un chapuzón en la playa. El resto nos fuimos a tomar unas birritas de lo más refrescantes.

            

Una ruta muy original y divertida,  que seguro que repetiremos más de una vez.
Agradecimientos
Video: Aurelio (euskadienbtt.com)
Fotos: Mikel y Pakito