jueves, 16 de abril de 2015

Valle del Jerte y Montes de Traslasierra



Aprovechando que esta semana santa coincidía con la famosa floración de los cerezos del Jerte, nos fuimos hasta Extremadura a conocer aquella zona.


Después de buscar por poco internet nos decidimos por la ruta nº5 del Centro de BTT Valle del Jerte que recorría tanto el susodicho valle como la zona alta de la sierra.  Con sus 45 Km y sus más de 1500 m. de desnivel acumulado ya nos hacia presagiar que iba ser algo más  que un camino de flores.




Iniciamos nuestra ruta desde el pueblo de Navaconcejo, un sendero junto al río Jerte nos llevó hasta la carretera que asciende por la Garganta de la Luz, Al poco de empezar a subir pasamos junto a una zona de escala con gran cantidad de vías con nombres de lo mas cachondos. Subiendo dejamos a un lado la bonita Casa de Espiritualidad San José, vamos un convento de toda la vida, emplazada en un paraje idílico perfecto para descansar y reflexionar, si no fuera por la cantidad de perros que había que nos siguieron ladrando y en actitud muy amenazante.

Seguimos cogiendo altura por una interminable pista hormigonada y revirada, dejando atrás ya las zonas arboladas y de cerezos en flor llegando a una zona más agreste, aquí la pista hormigonada terminaba y el camino nos daba un poco descanso. Continuamos por la pista de tierra pasando junto a la enorme balsa de agua de la Garganta de las Nogaleras, donde de nuevo la pista se volvía a empinar bastante convirtiéndose en una interminable trialera.

Por fin tras casi tres horas de ascensión continua y más de 1000 m. de desnivel, conseguimos llegar al punto más alto a 1500 m. de altura. Sin perder tiempo iniciamos el descenso por un camino hormigonado mientras gritábamos extasiados por  la espectaculares vistas que teníamos del valle y el embalse de Plasencia al fondo.


Continuamos el largo descenso disfrutando de las vistas hasta llegar a la zona de Las Vaquerizas, por donde continuamos bajando hasta entrar en el pueblo de El Torno. Tras atravesarlo seguimos de nuevo descendiendo y descendiendo cruzando por la el paraje de la dehesa Boyal.




Así llegamos hasta la carretera de Rebollar, dejando ya de descender. A partir de aquí continuamos por unas pistas cómodas y rodeados por los cerezos en flor, momento en el cual decidimos hacer ya la parada para comer algo y disfrutar del espectáculo de las flores.


Tras el descanso arrancamos para hacer los últimos kilómetros por un camino que nos llevó por la Vega del Jerte hasta llegar de nuevo hasta Navaconcejo, donde nos estaban esperando ya un par de amigos con unas enormes y fresquísimas cervezas.



La ruta quizás no fue lo que esperábamos, pensábamos que íbamos a ver más cerezos y que no iba a haber tanta pista cementada y carretera, pero aún así disfrutamos de lo lindo con los bonitos paisajes.

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