jueves, 26 de febrero de 2015

Vía ferrata del Sorrosal



Tercer y último capitulo de la trilogía que nos hicimos por los Pirineos en Junio pasado. Tras la Ruta por los miradores de Ordesa y la Ruta por los valles de Bujaruelo, Otal y Ordiso, llega la vía ferrata del Sorrosal.


Después de pasar un día por lo alto de las montañas y otro por el fondo de los valles, lo único que nos faltaba era un día colgados por las paredes de estos colosos. Y como hacer esto con nuestras mtb es tarea imposible, nuestro amigo Raúl nos tenia preparada una nueva experiencia que ninguno de nosotros había practicado y que ni siquiera teníamos muy claro en que consistía, una vía ferrata. Y qué mejor manera de iniciarse, que con una de las más bonitas que existen, la vía ferrata de la cascada de Sorrosal en Broto.

Después de alquilar unos equipos en el mismo pueblo, nos fuimos caminando hasta el inicio de la vía. Mientras nos acercábamos contemplando la espectacular cascada, íbamos intuyendo con la boca abierta la ferrata por donde tendríamos que subir.


Sin vuelta atrás cruzamos el río por un pequeño puente tibetano, adentrándonos en un camino rodeados de vegetación, llamado los bloques, hasta llegar a los mismos pies de la pared a pocos metros de la cascada. Desde allí comenzamos el ascenso guiados por las grapas y clavijas que nos fueron ayudando a ascender por el pliegue hasta la altura del primer pozo,  donde hicimos un primer descanso en la llamada plaza del pino.


En este punto la vía ferrata continua ascendiendo por unas largas escaleras de mano, debido a que por el tipo de piedra y la acción del hielo, el riesgo de desprendimiento es muy grande en esta zona, por lo que se ha optado por esta solución. Aparentemente no tienen dificultad pero el cambio entre una y otra escalera no es fácil y hay que tomárselo con mucha prudencia.



Con la cascada a nuestro lado llegamos hasta la ventana de broto, una gruta que cruza la montaña hasta el interior del cañón, saliendo por la ventana del salto justo donde el río se precipita al vacío. Sin duda éste es uno de los tramos con más encanto y tras cruzar un puente tibetano, continuamos por el interior del barranco ayudados por grapas hasta llegar a una playa frente a la Cascada Brincona, donde aprovechamos para hacer otro pequeño descanso y disfrutar del grandioso espectáculo.



Seguimos ascendiendo uno detrás de otro por unos resaltes bastante largos pero fáciles llamados la placa, hasta llegar a una zona boscosa. Tras atravesarla salimos a el escalón de Hilario, el cual recorremos hasta llegar a el Balcón de Broto, desde donde las vistas al valle y a la cascada son privilegiadas. Por lo que aprovechamos para hacer un último alto y descansar disfrutando de las vistas. 


Ya sólo nos queda un último esfuerzo para llegar hasta el mirador del Pueyo, donde un cartel nos anuncia el final de la vía. Pero el camino no termina aquí, ya que hay que volver a bajar de nuevo al pueblo, así que por un sendero y siguiendo las marcas volvemos de nuevo hasta Broto, finalizando por fin el recorrido.

Una increíble experiencia que dijimos que seguro repetiríamos, yo por lo menos si que la volví a repetir el pasado verano en la vía ferrata el Cáliz de Ramales de la Victoria, pero ni punto de comparación con esta autentica maravilla.

Recorrido de la vía ferrata

Agradecimientos
Fotos: Mikel
Track: RocJumper

No hay comentarios :

Publicar un comentario